NUEVOS POETAS CHILENOS - ANDRÉS ANWANDTER




ANDRÉS ANWANDTER - Nace en Valdivia en 1974. Estudia psicología en la Pontificia Universidad Católica de Chile y actualmente trabaja en temas relacionados con dicha especialidad. Ha sido monitor del ‘Taller de Lectura de Poesía Hispanoamericana’ dirigido por Jorge Gissi en la Universidad Católica y es director de la Revista Humo, junto a Alejandro Zambra. En 1993 fue becario de la Fundación Neruda y en 1995 obtiene el primer lugar en el Concurso de Poesía de la Feuc. En 2002 recibe el Premio Municipal de Poesía por Especies Intencionales, su segundo libro.

Anwandter destaca como una de las figuras más interesantes de su generación. Productor de una obra disímil, experimental y profundamente rigurosa, el autor rastrea las posibilidades del lenguaje a través de una escritura que supone y evidencia tanto su propia elaboración, como sucede en su primer libro (El árbol del lenguaje en otoño, 1996) como las influencias, lecturas y experiencias que desencadenan en poemas, como sucede en el segundo.

Ambos textos sumados a su último trabajo, Square Poems, funcionan como una suerte de investigación sobre el lenguaje: corte y repetición de experiencias, experimentación con imágenes, sonidos y palabras dispuestas sobre el papel desde distintas perspectivas. En este escenario el hablante zanja la distancia entre el mundo de cosas con las que juega, de las que habla y con las que experimenta, y el mundo desde el cual enuncia, es decir forma y fondo.

El trabajo de Anwandter tiene además la condición de introducir en esas formas unidades temáticas que se cruzan con temas como el concepto de nación, los paisajes del sur de Chile, la contingencia política. Estos discursos se mezclan con otros: las lecturas del poeta, el diálogo de disciplinas y la cuestión –hecha texto- sobre la posible cientificidad de la poesía o bien la afirmación de que ésta puede ser una suerte de rumor controvertido, como el de los mosquitos, sobre toda la comunidad de lectores.

Bibliografía
- El árbol del lenguaje en otoño. Santiago, DAEX, 1996
- Especies intencionales.
Santiago, Quid Ediciones, 2001
- Square Poems. Londres, Writers Forum, 2002.

POEMAS




ESPECIE DE ARTE POÉTICA

Proporcional el vértigo de la palabra
a la altura de la torre de papel: marfil
de unos cuernos que soplo y no suenan
desconsuelo de un mareo que me ocupa
y me obliga a cierta noche: la boca
profiere en la sombra, aficionada
se desfonda por esta figura muda
vana, una proposición: proporcional
el vértigo de la palabra, etcétera

***

Comienzas a escribir un poema
cuyo tema es un lago profundo
en esto te alcanza la noche
ahora no sabrás cómo volver.


CLAVES PARA UN MONÓLOGO DE DOS

Caminábamos oscuros por la noche sola
de la mano de unos versos que cosían la boca
con un par de puntos a favor del silencio
-un juego de palabras-, la lengua
se hacía un nudo de hilo, para enredar
la metáfora de esas citas nocturnas
que se llevaban a cabo en parques
cuyos nombres convertíamos en claves
o cruces para marcar el mapa
de nuestros desaciertos.


EL ROSTRO

Las letras son los rasgos de la muerte
sus cejas cuando frunces el ceño: no entiendes
que en este poema la muerte se escribe en tu cara.

***

Desde hace más de un siglo
la vocación por la poesía requiere
de la cohabitación del escritor
con un demonio. Baudelaire
trató de conjurarlo orando
su humor satánico (secreto
alquímico ausente en los tratados
su posibilidad): la expulsión
de esta bestia en poetas actuales
es signo de su triunfo, y una prosa.

(De El árbol del lenguaje en otoño)



LONG PLAY

(en tomo a "Hat and Beard" de Eric Dolphy)

Un contrabajo camina a tu lado en el otoño de los parques
o en tu cuarto lleno de hojas, das vuelta como un león destronado
calculando el perímetro de la jaula, geómetra
también al disolverte en los deseos y los días
un vaso de agua, esta escritura incipiente
se acumula junto al polvo que levanta el jazz.


ATARDECE

Espera - la luz - ahora sigue
contándome tu viaje:
                              la tarde
navega sobre nubes a otras tierras.
El barco que recuerdas llega a puerto.


EVENTO

Se asoma en el espejo un pez: desaparece
y entonces (su cabeza) queda un círculo
(que ya se multiplica hacia los bordes)
sobre la superficie de tu rostro. Un pez.


CRÁNEO

Si comienzo a caminar por ese espacio cuya forma
es la forma de un espacio que recuerdo y no conozco
conozco y no recuerdo: en esos casos
el eco -en esos casos, espantoso- de mis pasos me despierta
todavía ante la puerta de esa forma: abierta.




LA LECTURA


El juego concertado de tus párpados
le da ritmo al transcurso de estos versos
o a la imagen que reflejan: tus ojos
te observan igualmente intermitentes
buscándolos perplejo, entre las letras.





CALIGRAMA


Es preciso abrir una ruta en esta prosa,
espaciar ciertas palabras para instalar
los postes de un tendido telegráfico.
Cruzando el texto en diagonal, este verso
asegura que el sentido del párrafo
llegue al punto en forma de poema.





DUELO


Debe parecer como si tienes
-todo el tiempo de apuntar-
antes del punto un cuaderno
que escribir sobre (la muerte
dispara primero) ese resto
de papel entre tu cuerpo y la bala.

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