Leopoldo María Panero



Leopoldo María Panero nasceu em 1948, em Madrid, filho, irmão e sobrinho de poetas. Em 1970 participou da importante antologia organizada por José María Castellet Nueve novísimos poetas españoles.  Estudou Filosofia e Letras. na Universidad Complutense de Madrid. e Filologia Francesa. na Universidad Central de Barcelona. Exerceu militância antifranquista, o que lhe valeu passagem pela prisão. Mergulhou no mundo das drogas, experiência que resultou num impressionante conjunto de poemas dedicados à heroína em 1992. Na década de 70 foi internando em instituição psiquiátrica. As repetidas internações não o afastaram de intensa produção de poemas, traduções, ensaios e narrativas. No final da década de 80, época em que sua obra alcançou o reconhecimento da crítica, tomou a decisão de ingressar definitivamente no manicômio de de Mondragón. Atualmente vive por vontade própria na Unidade Psiquiátrica de Las Palmas de Gran Canaria.

O grande poeta maldito da Espanha, Panero produz uma lírica insólita, dolorosa, explosiva e transgressora que ao revelar o universo instável e estilhaçado do artista contemporâneo expõe pequena parcela da matéria escura do nosso tempo.

Bibliografia
Poesía
Por el camino de Swan (1968) / Así se fundó Carnaby Street (Ocnos, 1970) / Teoría (Lumen, 1973) / Narciso en el acorde último de las flautas (1979) / Last River Together (1980) / El que no ve (1980) / Dioscuros (1982) / El último hombre (1984) / Antología (1985) / Poesía 1970–1985 (1986) / Contra España y otros poema de no amor (1990) / Agujero llamado Nevermore (Selección poética, 1968–1992) (1992) / Heroína y otros poemas (1992) / Piedra negra o del temblar (1992) / Orfebre (1994) / Tensó (1996) / El tarot del inconsciente anónimo (1997) / Guarida de un animal que no existe (1998)
Abismo (1999) / Teoría lautreamontiana del plagio (1999) / Poemas del manicomio de Mondragón (1987) / Suplicio en la cruz de la boca (2000) / Teoría del miedo (2000) / Poesía completa (1970–2000) (2001) / Águila contra el hombre: poemas para un suicidamiento (2001) / Me amarás cuando esté muerto (2001)/ ¿Quién soy yo?: apuntes para una poesía sin autor (2002) / Buena nueva del desastre (2002) / Poemas del manicomio del Dr. Rafael Inglot (2002) / Conversación (2003) / Esquizofrénicas o la balada de la lámpara azul (2004) / Erección del labio sobre la página (2004) / Danza de la muerte (2004) / CD-Libro Moviedisco (2004) / Poemas de la locura seguido por El hombre elefante (2005) / Presentación del superhombre (2005) / Visión (2006) / Outsider, un arte interior (2007) / Páginas de excremento o dolor sin dolor (2008) / Sombra (2008) / Escribir como escupir (2008) / «Conjuros contra la vida» (2008) / Voces en el desierto (2008) / Esphera (2009) / Tango (2009) / La tempesta di mare (2009) / Reflexión (2010) / Locos de altar (2010) / La flor en llamas (2011) / Traducciones / Perversiones  (2011) / Territorio del miedo / Territoire de la peur  (2011) / Cantos del frío (2011) / Poesía completa. 2000-2010 (2013).

Narrativa 
El lugar del hijo (1976) / Dos relatos y una perversión (1984) / Y la luz no es nuestra (1993) / Palabras de un asesino (1999) / Los héroes inútiles (2005) / Papá, dame la mano que tengo miedo (2007) / Cuentos completos (2007)

Ensayos
Mi cerebro es una rosa (1998) / Prueba de vida. Autobiografía de la muerte (2002)

























La poesía destruye al hombre...

La poesía destruye al hombre
mientras los monos saltan de rama en rama
buscándose en vano a sí mismos
en el sacrílego bosque de la vida
las palabras destruyen al hombre
¡y las mujeres devoran cráneos con tanta hambre
de vida!
Sólo es hermoso el pájaro cuando muere
destruido por la poesía.

In "El último hombre", 1984


Glosa a un epitafio

(carta al padre)

                                 «And fish to catch regeneration»
                          Samuel Butler, Pescador de muertos.

Solos tú y yo, e irremediablemente
unidos por la muerte: torturados aún por
fantasmas que dejamos con torpeza
arañarnos el cuerpo y luchar por los despojos
del sudario, pero ambos muertos, y seguros
de nuestra muerte; dejando al espectro proseguir en vano
con el turbio negocio de los datos: mudo,
el cuerpo, ese impostor en el retrato, y los dos siguiendo
ese otro juego del alma que ya a nada responde,
que lucha con su sombra en el espejo-solos,
caídos frente a él y viendo
detrás del cristal la vida como lluvia, tras del cristal
            asombrados
por los demás, por aquellos-Vous etes combien? que nos
            sobreviven
y dicen conocernos, y nos llaman
por nuestro nombre grotesco, ¡ah el sórdido, el
viscoso templo de lo humano!
                                                    Y sin embargo
solos los dos, y unidos por el frío
que apenas roza brillante envoltura
solos los dos en esta pausa
eterna del tiempo que nada sabe ni quiere, pero dura
como la piedra, solos los dos, y amándonos
sobre el lecho de la pausa, como se aman
                                                                       los muertos
«amó», dijiste, autorizado por la muerte
porque sabías de ti como de una tercera persona
bebió dijiste, porque Dios estaba (Pound dixit)
en tu vaso de whiski
amo bebió, dijiste, pero ahora espera
¿espera? y en efecto la resurrección
desde un cristal inválido te avisa
que con armas nuestra muerte florece
                                                                   para ti que sólo
sabías de la muerte. Aquí
¿debajo o por encima?
                                        de esta piedra
tú que doraste la sobrenatural dureza y el
dolor sobrenatural de los edificios desnudos
                                                                       ¿en qué perspectiva
-dime- acoger la muerte?
                                             en la mesa de disección
tú que danzaste
                            enloquecido en la plaza desierta
tropezando
hiriéndote las manos en el trapecio del silencio
en pie contra las hojas muertas que
se adherían a tu cuerpo, y contra la hiedra que tapaba
obsesivamente tu boca hinchada de borracho,
                                                                             danzas, danzaste
sin espacio, caído, pero
no quiero errar en la mitología
de ese nombre del padre que a todos nos falta,
porque somos tan sólo hermanos de una invasión de lo imposible
y tus pasos repiten el eco de los míos en un largo
corredor donde
                           retrocedo infatigable, sin
jamás moverme
                            ¡ah los hermanos, los hermanos invisibles
               que florecen,
en el Terror! ¡Ah los hermanos, los hermanos que se defienden
inútilmente de la luz del mundo con las manos,
que se guardan del mundo por el Miedo, y cultivan en la
               sombra
de su huerto nefasto la amenaza de lo eterno, en
el ruin mundo de los vivos! ¡Ah los hermanos,
                                                                                Y el ave,
el ave que vuela sobre el mundo en llamas, diciendo sólo
a los mortales que se agitan debajo, diciendo
sólo: ABISMO, ABISMO!
                                             Abismo, sí, tibia guarida
de nuestro amor de hermanos, padre.
                                                                  ¡Pero tan solos!
¡Tan solos! Fantasmas que hace visible la hiedra
-como hiedramerlín como niñadecabezacortada como
mujermurciélago la niña que ya es árbol-
                                                                      crecen hojas
en la foto, y un florecer te arranca
de los labios caníbales de nuestra madre Muerte, madre
de nuestro rezo
florecen los muertos florecen
unidos acaso por el sudor helado
muerto de muchas cabezas hambrientas de los vivos
te esperamos ave, ave nacida
de la cabeza que explotó al crepúsculo
ave dibujada en la piedra y llena
de lo posible de la dulzura, de su sabor
ajeno que es más que la vida, de su crueldad
que es más que la vida
                                         ¡ira
de la piedra, ira que a la realidad insulta,
                                                                       que apalea
a la cabaña torpe de la mentira con verbos
que no son, resplandecen, ira
suprema de lo mudo!
                                     (te esperamos
en la delgada orilla de lo que cae, en el prado
nocturno que atraviesan lentos
los elefantes
                      percibís el frío
                                              la
                                              conspiración de las algas,
                                              gelatina, escamas, mano
que sobresale de la tumba
manos que surgen de la tierra como tallos
surcos arados por la muerte,
cabezas de ahorcados que echan flor:
                                     decapitados que dialogan
a la luz decreciente de las velas,
                                      ¡oh quién nos traerá la rima
la música, el sonido que rompa la campana
de la asfixia, y el cristal borroso
de lo posible, la música del beso!
                                     De ese beso, final, padre, en
que
         desaparezcan
de un soplo nuestras sombras, para
asidos de ese metro imposible y feroz, quedarnos
a salvo de los hombres para siempre,
solos yo y tú mi amada

In "Teoría", 1973

























Proyecto de un beso

Te mataré mañana cuando la luna salga
y el primer somormujo me diga su palabra.

Te mataré mañana poco antes del alba
cuando estés en el lecho, perdida entre los sueños
y será como cópula o semen en los labios
como beso o abrazo, o como acción de gracias.

Te mataré mañana cuando la luna salga
y el primer somormujo me diga su palabra
y en el pico me traiga la orden de tu muerte
que será como beso o como acción de gracias
o como una oración porque el día no salga.

Te mataré mañana cuando la luna salga
y ladre el tercer perro en la hora novena
en el décimo árbol sin hojas ya ni savia
que nadie sabe ya por qué está en pie en la tierra.

Te mataré mañana cuando caiga la hoja
decimotercera al suelo de miseria
y serás tú una hoja o algún tordo pálido
que vuelve en el secreto remoto de la tarde.

Te mataré mañana, y pedirás perdón
por esa carne obscena, por ese sexo oscuro
que va a tener por falo el brillo de este hierro
que va a tener por beso el sepulcro, el olvido.

Te mataré mañana cuando la luna salga
y verás cómo eres de bella cuando muerta
toda llena de flores, y los brazos cruzados
y los labios cerrados como cuando rezabas
o cuando me implorabas otra vez la palabra.

Te mataré mañana cuando la luna salga,
y al salir de aquel cielo que dicen las leyendas
pedirás ya mañana por mí y mi salvación.

Te mataré mañana cuando la luna salga
cuando veas a un ángel armado de una daga
desnudo y en silencio frente a tu cama pálida.

Te mataré mañana y verás que eyaculas
cuando pase aquel frío por entre tus dos piernas.

Te mataré mañana cuando la luna salga
te mataré mañana y amaré tu fantasma
y correré a tu tumba las noches en que ardan
de nuevo en ese falo tembloroso que tengo
los ensueños del sexo, los misterios del semen
y será así tu lápida para mí el primer lecho
para soñar con dioses, y árboles, y madres
para jugar también con los dados de noche.

Te mataré mañana cuando la luna salga
y el primer somormujo me diga su palabra.

In "El último hombre", 1984

























Ars Magna

Qué es la magia, preguntas
en una habitación a oscuras.
Qué es la nada, preguntas,
saliendo de la habitación.
Y qué es un hombre saliendo de la nada
y volviendo solo a la habitación.

In "Poesía", 1970 – 1985


El lamento del vampiro

Vosotros, todos vosotros, toda
esa carne que en la calle
se apila, sois
para mí alimento,
todos esos ojos
cubiertos de legañas, como de quien no acaba
jamás de despertar, como
mirando sin ver o bien sólo por sed
de la absurda sanción de otra mirada,
todos vosotros
sois para mí alimento, y el espanto
profundo de tener como espejo
único esos ojos de vidrio, esa niebla
en que se cruzan los muertos, ese
es el precio que pago por mis alimentos.

In "Last night together", 1980


























La maldad nace de la supresión hipócrita del gozo

Una cucaracha recorre el jardín húmedo
de mi chambre y circula por entre las botellas
vacías:
la miro a los ojos y veo tus dos ojos
azules, madre mía.
Y cantas, cantas por las noches parecida a la locura,
velas
con tu maldición para que no me caiga dormido,
para que no me olvide
y esté despierto para siempre frente a tus
dos ojos
azules, madre mía.

In "Poesía", 1970 – 1985


Unas palabras para Peter Pan
                                                                                                                                                       
          "No puedo ya ir contigo, Peter. He olvidado volar, y...
          Wendy se levantó y encendió la luz: él
           lanzó un grito de dolor... »
                                                                                                                                                                                     James Matthew Barrie, Peter Pan


Pero conoceremos otras primaveras, cruzarán el cielo otros nombres -Jane, Margaret-. El desvío en la ruta, la visita a la Isla-Que-No-Existe, está previsto en el itinerario. Cruzarán el cielo otros nombres hasta ser llamados, uno tras otro, por la voz de la señora Darling (el barco pirata naufraga, Campanilla cae al suelo sin un grito, los Niños Extraviados vuelven el rostro a sus esposas o toman sus carteras de piel bajo el brazo, Billy el Tatuado saluda cortésmente, el señor Darling invita a todos ellos a tomar el té a las cinco). Las pieles de animales, el polvo mágico que necesitaba de la complicidad de un pensamiento, es puesto tras de la pizarra, en una habitación para ellos destinada en el n° 14 de una calle de Londres, en una habitación cuya luz ahora nadie enciende. Usted lleva razón, señor Darling, Peter Pan no existe, pero sí Wendy, Jane, Margaret y los Niños Extraviados. No hay nada detrás del espejo, tranquilícese, señor Darling, todo estaba previsto, todos ellos acudirán puntualmente a las cinco, nadie faltará a la mesa. Campanilla necesita a Wendy, las Sirenas a Jane, los Piratas a Margaret. Peter Pan no existe. «Peter Pan, ¿no lo sabías? Mi nombre es Wendy Darling». El río dejó hace tiempo la verde llanura, pero sigue su curso. Conocer el Sur, las Islas, nos ayudará, nos servirá de algo al fin y al cabo, durante el resto de la semana. Wendy, Wendy Darling. Deje ya de retorcerse el bigote, señor Darling, Peter Pan no es más que un nombre, un nombre más para pronunciar a solas, con voz queda, en la habitación a oscuras. Deje ya de retorcerse el bigote, todo quedará en unas lágrimas,en un sollozo apagado por la noche: todo está en orden, tranquilícese, señor Darling.


In "Así se fundó Carnaby Street", 1970


Comentários

  1. Excelente recorrido por la personalidad y poesía de aquel personaje que descubrí en la película de Chávarri, El Desencanto. Muchas gracias y enhorabuena por tan magnífico blog

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