Ana Castillo
Um poema chicano de Ana Castillo porque a poesia rasga fronteiras.
El legado de Coatlicue
(Para
las discípulas)
Soy
hija de Coatlicue
y
princesa reinante,
pero
a veces lo olvido.
A
veces alguien levanta una mano
que
golpea mi cara con saña
y
olvido
que
en mi interior
tengo
la palabra y
mañana
él estaría muerto.
Ningún
médico lo habría evitado.
Su
madre mortal, fuera de sí.
A veces olvido
que
todo cuanto necesito es decirla
pensarla
respirarla
soñarla
y
la vida habitará el borde de mi falda de piedras,
una
pluma a la deriva
con
la fuerza de cuatrocientos guerreros.
Esperando
a que abra mis piernas
como
una araña palpitante
EMPUJAR
del
cielo al infierno
EMPUJAR
el
alma de Dios a través de mí
EMPUJAR
el
sol hasta la China
EMPUJAR
el
eje de la Tierra
hasta
que ruede cual peonza.
Y
la vida está en mis manos,
chupando
de mi pecho,
creciendo
al ritmo de mi corazón latiente,
al
calor de mi barriga palpitante.
Muerde
ese cordón o no lo hagas
escupe
los esqueletos de chicos malos
—o
cágalos—
que
no aprendieron a honrar
a
la Mujer,
pero
La temen por igual.
A
veces olvido,
cuando
he sido abusada y violada
hasta
la muerte,
que
la mía es una cólera terrible.
Y
que la sangre empieza
y
acaba entre mis piernas.
Obs.: Coatlicue é, na mitologia asteca, a deusa da vida e da morte, mãe dos deuses, da lua e das estrelas
Ana
Castillo (1953) es una reconocida escritora y teórica chicana nacida en
Chicago. Una de las voces más experimentales en la literatura
hispano-estadounidense, sus obras reelaboran la tradición oral y muestran un
gran interés por temas sociopolíticos, así como por asuntos de género y raza.
Entre ellas, cabe destacar los poemarios My
Father Was a Toltec and selected poems y I Ask the Impossible; las novelas The Mixquiahuala Letters, Sapogonia,
So Far From God, and Peel My Love Like an Onion; o la
colección de ensayos Massacre of the
Dreamers: Essays on Xicanisma. Es también editora de la revista de arte y
literatura La Tolteca.
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